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viernes, 19 de septiembre de 2014

La verdad detrás de las mujeres que coquetean con hombres comprometidos



Sin desconocer que muchos hombres hacen de manera permanente alardes de su capacidad seductora sin intención de ir más allá, en esta nota analizaremos el porqué a una mujer le puede resultar atractivo coquetear e incluso involucrarse seriamente con hombres que no pueden, o mejor dicho, no deben corresponderle.

Para muchas mujeres una sortija de matrimonio en la mano de un hombre indica un alto como la luz roja del semáforo mientras que para otras resulta el más increíble de los atractivos masculinos. ¿Qué se esconde detrás de esta mujer?

Desde una perspectiva psicológica los especialistas analizan varios aspectos que consideran que pueden dar respuesta a la pregunta, antes aclaran que no busca justificarlas, solamente generar un punto de reflexión para quienes se sientan identificadas y tal vez porque no, una salida a esa penosa situación:

- Miedo al compromiso. Sin duda, esta mujer teme al compromiso real que implica una relación estable y posible.

- Deseo inconsciente de sufrimiento. Pero y ¿a quién le gusta sufrir? La Doctora Robin Norwood lo explica en el primer capítulo de su libro, "Las mujeres que aman demasiado", de la siguiente manera: Cuando las experiencias de nuestra niñez son particularmente dolorosas, a menudo nos vemos obligados inconscientemente a recrear situaciones similares durante toda la vida, en un impulso de obtener el control sobre ellas. Si nosotros hemos amado y necesitado a un progenitor que no nos correspondía, a menudo nos comprometemos con una persona similar, o con una serie de ellas, en la edad adulta, en un intento de "ganar" la vieja lucha por ser amados.

- Necesidad de entrar en competencia y demostrar que puede ganar. Este es otro impulso que la mueve, de seguro lo ve como un reto.

- "Si está comprometido, vale la pena". No siempre es así, sin embargo el hecho de estar comprometido lo hace un buen partido, ¡por alguna razón está casado!, ¡debe ser buen esposo o padre! He escuchado a hombres y mujeres decir que mientras no salían con nadie, era difícil que alguien se interesara en ellos y justo cuando se establecen en relación seria, empiezan a aparecer prospectos, pues esta es la respuesta.

¿QUÉ HACER?
Hablemos ahora de lo que puede hacer esta mujer para canalizar sus energías y pretensiones hacia hombres disponibles:

Estar atenta y autoevaluarse constantemente. En una sociedad monógama, ella sabe que está fuera de lugar fijándose en un hombre que no puede corresponder a su amor, porque ya está comprometido, deberá preguntarse ¿Por qué quiero esta cuota de sufrimiento?, deberá ser empática y pensar en las otras personas a las que puede lastimar además de a ella misma (los hijos y la esposa de este hombre), requerirá recurrir a su inteligencia y a su sentido común. Deberá volverse consciente de sus intentos de autosabotearse y saber distanciarse de una situación que solo traerá dolor a todos los implicados, deberá echar mano de su responsabilidad moral. Lee también este artículo relacionado: Mujeres fuerza moral en el hogar y el mundo. Y por último, debe revisar por qué no quiere comprometerse sinceramente en una relación con futuro.

Trabajar en su autoestima, aprender a quererse y a comprender que ella tiene todo el potencial para establecer una relación con un hombre disponible, entender que tiene el derecho a ser amada y que además lo merece, que merece el primer lugar en la vida de un hombre.

Mirar a los solteros con entusiasmo. Hay muchos buenos hombres inteligentes, atractivos, dispuestos a comprometerse. El hecho de que ahora estén solos no los hace menos interesantes, se trata de cambiar la perspectiva.

Hay cosas que simplemente se deben evitar en la vida: sufrimientos y cargos de conciencia innecesarios y canalizar esas energías hacia metas y proyectos creativos, evitando seria y responsablemente dañar a otros.

(FUENTE: diariocorreo.pe) 

Anuptafobia, la adicción al amor o el miedo a la soltería


Sin duda que conoces a alguien que nunca ha estado sola, siempre con novio o amigo con ventaja, o peor es nada, como quiera llamarlo.

A nadie le falta Dios, dicen, pero puede que esa envidiable mujer más allá de la suerte, tenga una especie de pánico: anuptafobia.

La anuptafobia o adicción al amor es el temor irracional a perder a la pareja o que la soltería se prolongue por siempre, lo que puede llevar a elegir mal tus compañías, incluso a permanecer en una relación que no te hace feliz.

Sostener una pareja durante muchos años no significa necesariamente que todo ande bien. Contar con alguien en quien confiar y que te acompañe en tu crecimiento enriquece la vida, por lo que debes ser prolija al momento de elegir.

La psiquiatra argentina Graciela Moreschi las describe como “mujeres que todo lo centran en conseguir una pareja, que cuando alguien se casa se deprimen; a veces temen ir a reuniones donde se reúne gente que hace tiempo no ven por temor a que les pregunten por su estado civil. Sienten que el balance de su vida es negativo porque no han formado pareja y la desesperación por encontrarla las pone en desventaja porque se vinculan mal con ellos”.

La doctora explica también que es una fobia que se manifiesta en las mujeres ya que “los hombres solteros no son condenados, casi se le ve como si fuera un mérito: “No lo cazaron”. La edad del hombre juega a favor, más experiencia, posición económica y prestigio, no tienen el reloj biológico y su identidad va más por lo profesional que por la familia que hayan construido”.

Cambio cultural

Estas mujeres son incapaces de elegir buenos compañeros, sostener relaciones amorosas constructivas y felices o poner fin a situaciones de maltrato en la pareja. La búsqueda y la vida con un compañero y todo lo que tenga que ver con el universo de los dos, ocupa el lugar más importante de sus vidas, desplazando sus logros y deseos relacionados con otras áreas de desarrollo personal.

Otra de sus características es que se obsesionan con la obtención de una pareja o con el riesgo de perderla. Lo peor, es que todo les parece válido con tal de no caer en el bando de los solteros.

Pero a pesar de los cambios de la idiosincrasia en la sociedad, esta fobia persiste. La mujer actualmente tiene todo tipo de posibilidades siendo soltera, no sólo de desarrollo social y laboral, sino que puede ser madre sin ser prejuiciada.

Una forma de mantener este paradigma es la creencia de las mismas mujeres quienes piensan que no hay hombres.

“Las mujeres no ponen límites a los hombres con los que se relacionan, (les toleran cualquier falta de compromiso, de respeto, de interés) por miedo a perderlo. Son excesivamente complacientes y esto hace que el hombre termine sintiendo que no hay alguien del otro lado. La relación termina por ser aburrida”, dice la psiquiatra.

Situaciones para alarmarse

Javiera (nombre ficticio) lleva un año de pololeo y se casará el próximo. Ella cree que sufre de anuptafobia debido a un hecho concreto: “El temor de perder a mi pareja nace de muchas infidelidades que he tenido que pasar por parte de otras relaciones y por maltratos que sufrí también”, cuenta.

Además, dice que nunca antes le había pasado porque no había conocido a nadie como su pololo ni tampoco le habían pedido matrimonio. “No creo que me pase nada terrible si es que termináramos, lo pasaría mal obvio, pero probablemente intentaría volver con él por siempre”, dice.

Según la autora del libro “Si el otro cambiara”, pueden existir tres casos que ponen en evidencia este trastorno emocional:

Si tu novio te dice que quiere estar solo por un tiempo. La verdad es que esto tiene una sola interpretación: quiere terminar contigo. Te lo dice como puede y trata de ser lo menos hiriente contigo, pero tú estás convencida de que la relación puede mejorar y no paras hasta conseguir que dé un paso al costado.

Aparentemente todo está bien, pero ninguno habla. Te preguntas si son felices, si todavía tienen cosas en común y notas que carecen de proyectos juntos y que pasan más tiempo discutiendo que riendo. En este caso, ¿serías capaz de plantear un diálogo sincero para saber qué está pasando, o no lo haces por miedo a que escarbar demasiado pueda desembocar en una ruptura?

Agresiones y violencia. Aguantas que te diga mil pesadeces disfrazadas de chiste, que te ponga en ridículo frente a los demás contando intimidades o tus defectos y te deja plantada dándote excusas baratas. Te prohíbe hacer actividades que te gustan o te fuerza a hacer cosas que no quieres. Ni hablar si te levanta la voz o te pega, pero no te quejas.

(FUENTE: emol.com)

lunes, 15 de septiembre de 2014

¿Por qué las mujeres no le hacen caso a los chicos buenos?


Si en los primeros encuentros románticos para los hombres una mujer sensible resulta más atractiva y femenina, para ellas la percepción que genera un pretendiente muy sensible o demasiado atento es diferente: tiene un carácter más negativo y lo asocian a una estrategia para agradar y lograr mayor intimidad, que a un sentimiento genuino.

Interesados en indagar un poco en la dinámica de las relaciones amorosas, investigadores estadounidenses de las universidades de Rochester (Illinois) y del Centro Interdisciplinario Herzliya (Israel) realizaron un estudio que demuestra que ser muy amable y considerado no  es siempre la mejor estrategia.

”Nuestros hallazgos muestran que no es necesariamente cierto que una mayor sensibilidad y empatía sean relevantes en un encuentro inicial, porque la actitud de una potencial pareja tiene diferentes significados según la gente", explica el psicólogo israelí Gurit Birnbaum, uno de los autores.

Así, por ejemplo, en un primer estudio observaron que mientras que la sensibilidad es percibida por los hombres como un rasgo femenino y por tanto atractivo, para ellas que un hombre se muestre sensible y atento no es relevante, incluso tienden a desconfiar de su verdadero propósito.

Para Graciela Rojas, especialista de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile, los resultados son interesantes en torno a las conductas de conquista. "Las mujeres siempre reclaman por conductas más sensibles de los hombres, pero lo que muestra este estudio es que una vez que se producen, no las creen. Al parecer, en el juego de la seducción se dan malas interpretaciones".

"Aún no sabemos bien por qué, pero las mujeres quizá perciben la sensibilidad masculina más como una forma de manipulación o de intento de obtener favores sexuales, por ejemplo, o como una actitud más ansiosa y desesperada, que resulta menos atractiva sexualmente para ellas", precisa Birnbaum, quien agrega que esto no significa que el hombre debe dejar de lado la sensibilidad.

Sin embargo, Rojas agrega que no hay que olvidar que existen diferencias culturales y que los cambios generacionales también son determinantes. "Las generaciones actuales tienen una aproximación diferente. Hay valoraciones distintas de las conductas de acercamiento. El hombre es hoy más sensible, mientras que antes sus emociones estaban más escondidas", dice la psiquiatra.

(FUENTE: elcomercio.pe)

¿Es posible amar a dos personas a la vez?


¿Somos capaces de aceptar el poliamor?

Más allá de las infidelidades que puedan salpicar la trayectoria de una pareja, esta corriente supone mantener varias relaciones afectivas y sexuales al mismo tiempo, con el pleno conocimiento y consentimiento de todas las personas implicadas.

Desde esta perspectiva, se elimina la posibilidad de encontrar a la media naranja capaz de cumplir todas nuestras necesidades, y se abre un abanico de opciones que nos permite introducir a varias personas en nuestra vida.

¿Existe lugar para los celos?

Aquellos que escuchan hablar por primera vez del poliamor suelen preguntarse cómo es posible lidiar con los celos y el sentimiento de pertenencia; no todas las personas están capacitadas para aceptar esta situación y, acomodarse a ella, suele requerir trabajo, tiempo y comunicación.

El poliamor es actualmente una opción minoritaria y casi desconocida, rodeada de cierto tabú en una sociedad que suele considerar inviable o incluso egoísta esta forma de vida. Sin embargo, los que la practican hablan de la riqueza que implica dar y recibir amor y sexo de varias personas, y el aumento de la autoestima y el autoconocimiento que conlleva.

Rompiendo la rutina

Cada vez son más las parejas que, sin llegar a plantearse una relación poliamorosa, deciden introducir prácticas novedosas en su vida. Una de las más conocidas es el intercambio de parejas, una opción cada vez más habitual y en la que nos adentraremos con Nadia, propietaria del club liberal 'Le Glamour' de Barcelona.

(FUENTE: cadenaser.com)

Cuál es el signo más exigente en el amor



Aries

Es muy exigente. No admite postergaciones. Quiere todo ya. Es el o la que inicia el encuentro amoroso y no soporta que le digan que no. Puede reaccionar mal y responder impulsivamente. Le falta comprensión y no sabe ponerse en el lugar del otro. Exceso de trabajo, cansancio o preocupaciones no son motivos suficientes para no complacer sus requerimientos.

Tauro

Es muy exigente tanto en la entrega física como en el tiempo de la otra persona. Dominador y celoso, quiere saber dónde y con quién está el otro a cada instante. Sabe cortejar y cuando inicia su acción, si no recibe una respuesta inmediata se ofende. Casi nunca lo manifiesta, pero queda resentido.

Géminis

No es exigente. En realidad es una relación muy agradable. Siempre alegre y juvenil, no hace escenas, ni se impone. No controla ni permite que lo controlen. Al ser de Aire, es más un compinche de travesuras, un conversador de temas diversos y un astuto negociador que siempre está buscando su conveniencia. La pasión ocupa un segundo lugar.

Cáncer

Muy exigente, se entrega con todo y piensa que su compañero o compañera deberían hacer lo mismo, pero que nunca lo hacen. Siente que siempre están en deuda. La entrega implica más lo afectivo emocional que lo sexual. De ánimo cambiante, no es constante en lo que pide. Si lo contrarían, se encierra en un mutismo que puede durar muchos días.

Leo

Es uno de los signos más exigentes. Es el Rey o la Reina que deben ser complacidos. De fuerte temperamento sexual, apasionado, no entiende ni admite excusas o negativas. Se ofende y de magnánimo se convierte en déspota. Hay que hacer su voluntad o se pagarán las consecuencias.

Virgo

No es su estilo la exigencia. Deja fluir las relaciones y responde muy bien a los requerimientos. Puede faltarle iniciativa, pero no se da cuenta. Comprende y tolera las negativas. No deja de analizar y criticar la conducta del otro. Llegado un punto, hace un planteo y pasa revista de todo lo anterior, que ha memorizado convenientemente. .

Libra

Su actitud siempre atenta y diplomática esconde el alto grado de exigencia que tiene en el amor. Va desde lo romántico, el clima armónico, las atenciones y pequeñas caricias hasta la actividad sexual propiamente dicha. No reclama para evitar conflictos, pero se resiente. Despliega todo su encanto y capacidad de atracción y seducción. Si no es correspondido como quiere, sigue postergando el planteo definitorio.

Escorpio

Más que exigente, dominador. Siempre termina satisfaciendo sus deseos. La vida sexual es central en su vida. Es un o una amante incomparable. Es un torbellino de intensas emociones. No admite el rechazo. Hace escenas y planteos. Recuerda cosas del pasado y las vuelve a plantear una y otra vez. Sus celos pueden ser enfermizos.

Sagitario

Muy fogoso y apasionado, cuando ama es un o una amante de fuertes requerimientos. Siempre alegre y optimista, sabe galantear o atraer. Si no encuentra respuesta, propone alguna actividad divertida y vuelve a la carga más tarde. Se hace difícil decirle que no. Si no consigue lo que quiere se va e intenta por otros lados.

Capricornio

Aunque no demuestra lo que siente, es de fuerte temperamento sexual. Pero si el impulso no surge de él o de ella, no hay caso. Es muy difícil de encantar. Dominador en el fondo, no admite que el otro busque en otro lado las satisfacciones emotivas, afectivas o sexuales que no brinda.

Acuario

Es una caja de sorpresas. Por momentos puede ser un o una amante muy fogoso o permanecer totalmente indiferente y no recepcionar requerimientos de su pareja. Lo mismo en cuanto a los celos. Por momentos parece no afectarle nada y en otros una mínima palabra o gesto causan su alejamiento.

Piscis

Más que exigente, demandante. El amor es central en su vida, sea tomado como actividad sexual, como emoción predominante o como integral compañerismo de vida. En todos los casos, requiere una entrega total. No permite medias tintas. Es todo o nada. Como tiene mucha vida interior, de sueños y quimeras, nunca se sabe si está satisfecho con lo que tiene.

(FUENTE: sanjuan8.com)

jueves, 4 de septiembre de 2014

Movimientos de los ojos revelan si sentimos amor o deseo


Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Chicago confirma que tanto el amor como la lujuria o el deseo están en los ojos y que no hay diferencia entre hombres y mujeres.

Lima . Los investigadores realizaron dos experimentos para probar patrones visuales, tanto de hombres como mujeres, con objeto de analizar dos estados emocionales y cognitivos diferentes pero que a los humanos nos resulta, a veces, complicado de distinguir: el amor y el deseo.

A los participantes del estudio se les enseñó una serie de fotografías en blanco y negro de personas desconocidas; primero, fotos de jóvenes parejas heterosexuales, de adultos que interactuaban entre sí; segundo, fotos de personas atractivas del sexo opuesto que miraban directamente a la cámara o al espectador, pero en ningún momento imágenes calificadas de eróticas o con desnudos.

Los participantes tuvieron que decidir rápidamente si sentían deseo o amor hacia las imágenes, revelando que ambas emociones se disparaban velozmente pero con una marcada diferencia en el patrón de movimiento de los ojos.

Así, al sentir a un desconocido como potencial pareja romántica, los sujetos miraban más a la cara. Si, por el contrario, despertaba su interés sexual, los sujetos miraban todo el cuerpo. Ambos procesos se producían velozmente, en tan sólo medio segundo.

“Aunque se sabe poco actualmente sobre la ciencia del amor a primera vista o sobre cómo la gente se enamora, estos patrones de respuesta (visual) proporcionan unas primeras pistas sobre cómo los procesos atencionales automáticos, como la mirada, pueden diferenciar los sentimientos de amor de los sentimientos de deseo hacia extraños”, afirma Stephanie Cacioppo, líder del estudio, a la revista Psychological Science.

(FUENTE: peru.com)

Estudio: salir los jueves con amigos genera menos disgustos con la pareja



Salir a divertirse con los amigos y sin la pareja es una actividad que genera inconformidades en la mayoría de las parejas colombianas, lo que éstas no saben es que el disgusto podría ser mucho menor si eligieran el jueves como el día para verse con sus amigos. Así lo revela un reciente estudio del Centro Nacional de Consultoría que indica que los colombianos tienen en promedio un día a la semana para verse con sus amigos sin meterse en líos con su pareja. Y aunque en la actualidad la mayoría prefiere salir el viernes o el sábado, la encuesta indica que el día que menos disgustos genera, y por lo tanto, el menos “costoso” para las relaciones, es el jueves.

Mientras el 25% de los encuestados que salen el jueves manifiesta que su pareja se disgusta cuando éstos van al encuentro con sus amigos, la cifra asciende a 39% entre quienes salen el viernes y a 64% entre quienes lo hacen el sábado. De acá que salir que salir un jueves es 2 veces menos costoso que un viernes y 3 veces menos que un sábado.

El estudio también confirmó que el 54% de los colombianos debe “hacer puntos” con su pareja para salir con sus amigos sin ser molestado. Por cada salida, una persona deber realizar en promedio 6 acciones diferentes o “matripuntos”, siendo las más comunes: proponer a la pareja un plan exclusivo para hacer en otro momento, reportarse durante la salida y encargarse de los niños.

En términos de acciones para ganar “matripuntos”, el costo de los jueves sigue siendo mucho menor: mientras para salir un jueves una persona debe realizar 6 actividades, para hacerlo un sábado debería hacer 18 y para hacerlo el viernes, 14.

Entre quienes tienen el hábito de salir el jueves a reunirse con sus amigos hay todo tipo de personalidades, desde el que prefiere inventar que se alargó su jornada de trabajo hasta el que llega con regalo a la casa para evitar cualquier disgusto de su pareja.

Estos son los perfiles más comunes:

Relojito: sale ocasionalmente y regresa temprano a casa para estar con su familia. 
Trabajador: sale con la excusa de que se le extendió el horario de trabajo. 
Emancipado: sale el jueves con sus amigos, acompañado de su pareja o sin ella. 
Ecuánime: después del plan con sus amigos, llega a casa e invita a salir a su pareja.
Detallista: llega con regalo para ahorrarse cualquier cantaleta. 
Bacaneado: cada jueves, busca una excusa diferente para salir. 
Conectado: responde el teléfono y está conectado al chat para reportarse. 
Héroe: por su grado de estrés y responsabilidad, se merece salir el jueves.
Pecador: promete llegar a casa temprano, pero nunca lo logra. 
Adaptado: si regresa tarde debe pasar la noche en la sala o en otro cuarto.

(FUENTE: elespectador.com)
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