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miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Se puede salvar una relación de pareja cuando se descubre que ha habido cuernos?


Los cuernos duelen y mucho. ¿Te engañó o la engañaste haciendo sexo fuera y con alguien distinto? Cuando descubren la infidelidad, muchos se preguntan si vale la pena seguir o es mejor tirar por la borda todo.

La doctora estadounidense Bonnie Eaker Weil lo tiene claro. Ella opina que no hay que terminar una relación por una infidelidad.

En su libro Make Up, Don't Break Up (Haced las paces, no os separéis) desarrolla una teoría capaz de salvar cualquier pareja que haya tenido que pasar por este trago.

Y -según ella- los números cantan: el 98% de las parejas que acuden a su consulta, tras descubrir que el otro ha estado disfrutando del sexo con alguien distinto, se reconcilian.

La doctora Weil nos desvela su fórmula secreta en 5 pasos:

Las cosas claras

Sed sinceros y contaos cuándo empezó la aventura y por qué.

"Esta parte es la peor, pero es vital enfrentarse a ella si de verdad se quieren arreglar las cosas. Aunque tengas la sensación de que vas a destrozar a tu pareja, lo cierto es que vas a ayudarla a entender qué falló y el motivo del desliz". De todas formas, no es necesario regodearse en los detalles morbosos, con lo grande que tiene el amante el pene o lo gordas que la chica tiene las tetas. Ni siquiera decir si se gozo mucho, hubo placer a manta y disfrutaron de extraordinarios orgasmos.

Como explica el sexólogo sevillano José Sánchez de Cueto:

"Lo único que se consigue dando detalles es crear ansiedad y ganas de saber más, algo que no conduce a ninguna parte. Hay que centrarse en lo básico: analizar por qué pasó para poder arreglar las cosas. Al fin y al cabo, una infidelidad siempre oculta algún problema en la relación".

¿Dónde estuvo el error?

Identificar la causa puede servirnos para evitar que esta situación se repita en el futuro.

Identificar la causa puede servirnos para evitar que esta situación se repita en el futuro.

"La infidelidad suele ser un comportamiento aprendido. Quizá, sin darte cuenta, estás imitando la conducta de una persona a la que admiras. Si es así, y tomas conciencia de ello, te resultará mucho más fácil pasar página".

Compartir la culpa

La experta norteamericana advierte de que "muchas veces la responsabilidad es compartida".

"El engañado normalmente sabe lo que está ocurriendo mucho antes de que su pareja se lo confiese: ve que el otro llega siempre tarde a casa, que no le contesta al teléfono, que actúa de forma rara... Al no decir nada, la persona traicionada contribuye a que la situación empeore".

Ya sabes lo que te toca si albergas sospechas. Tampoco te vuelvas paranoico, pero hay señales claras que a veces nadie quiere leer.

Daos un respiro

Tras asumir vuestra parte de responsabilidad (activa o pasiva) tomaos un tiempo para valorar vuestra relación.

En estos casos, la doctora Weil lleva a cabo una terapia radical. Cuando a una persona infiel le cuesta mucho acabar con una aventura, por ejemplo, la obliga a irse a vivir con su amante.

"Al convertir esa relación idílica en una realidad tangible, la persona se da cuenta, invariablemente, de que no era lo que buscaba".

Si te parece una solución demasiado drástica, puedes optar por separarte un tiempo de tu pareja.

"La distancia os hará recordar por qué decidisteis estar juntos, y por qué es importante que encontréis la manera de volver a estar unidos".

Muchas veces una separación sirve para que la otra persona se dé cuenta de lo que se está perdiendo (y de lo poco que está ganando a cambio).

Borrón y cuenta nueva

Después de una temporada separados, la vuelta a la convivencia debe ser paulatina... y realista.

"Puede que las heridas tarden en cicatrizar, y nada va ser igual desde el principio". Tómate este impasse como una oportunidad para volver a conquistarla, para demostrarle que eres el mismo que tiempo atrás consiguió que cayera rendida a sus pies.

(FUENTE: periodistadigital.com)

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