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lunes, 26 de febrero de 2024

A qué edad usted podría encontrar el amor verdadero? La ciencia lo revela

En el complejo y a menudo confuso mundo del amor, la matemática podría tener algunas respuestas. Hannah Fry, reconocida matemática británica y profesora en la Universidad Global de Londres, llevó a cabo un estudio exhaustivo que intenta determinar si hay una edad en particular en la que uno tiene mayores posibilidades de encontrar el amor verdadero.

La curiosidad y la fascinación del ser humano por el amor han sido eternas. Desde la literatura hasta el cine, pasando por canciones y poemas, hemos intentado desentrañar el misterio del amor verdadero y cómo y cuándo lo encontramos.

La ciencia, con su precisión y rigurosidad, ofrece una perspectiva única sobre este tema. A través de métodos matemáticos y análisis de patrones, el estudio de Fry analiza cómo las decisiones que tomamos en diferentes edades pueden influir en nuestras oportunidades de encontrar a ese alguien especial.

En el estudio, se examinaron miles de relaciones, analizando la edad de inicio, la duración y la percepción de felicidad y compromiso de cada una. Los datos fueron alimentados a modelos computacionales para predecir patrones y tendencias.

Una de las teorías más intrigantes presentadas en el estudio es la “Regla del 37%”. Esta regla sugiere que deberíamos pasar el 37% de nuestra vida de citas eligiendo y aprendiendo de las relaciones, sin establecernos permanentemente. Una vez que se supera ese período, la siguiente persona que encuentres que sea mejor que todas las anteriores debería ser tu elección para un compromiso a largo plazo.

Para simplificar, si consideramos que la mayoría de las personas comienzan a salir en citas serias alrededor de los 18 años y están dispuestas a establecerse alrededor de los 40, el período de “selección y aprendizaje” sería de aproximadamente 8 años. Por lo tanto, según la Regla del 37 %, alrededor de los 26 años sería el momento más óptimo para encontrar al verdadero amor.

Sin embargo, Fry advierte que si bien la matemática proporciona patrones y probabilidades, el amor sigue siendo un campo altamente impredecible y personal. No hay garantías y cada individuo tiene un camino único.

Además de la “Regla del 37 %”, el estudio aborda otros factores que pueden influir en la búsqueda del amor verdadero, como la influencia del entorno social, la educación y las experiencias pasadas.

Es importante destacar que, si bien la investigación aporta interesantes hallazgos, el amor no se puede reducir a una fórmula o ecuación. La vida es incierta y el amor aún más. Como menciona Fry en su conclusión, “la matemática nos puede dar patrones y probabilidades, pero al final, el corazón tiene sus propias razones que la razón desconoce”.

Esta investigación nos recuerda que, si bien la ciencia y la matemática pueden ofrecer orientación, la intuición, las emociones y las experiencias individuales juegan un papel crucial en la maravillosa travesía del amor. Sin duda, Hannah Fry y su equipo han aportado una nueva dimensión a nuestra comprensión del amor, combinando la precisión de los números con la complejidad del corazón humano.

(FUENTE: vanguardia.com)

Cuáles son los pros y contras de compartir la cama con la pareja, según los especialistas en sueño

Aproximadamente uno de cada seis adultos en Estados Unidos prefiere dormir en una cama distinta a la de su pareja, o incluso en una habitación separada, de acuerdo con las encuestas de YouGov. Mientras que dos tercios de las parejas comparten la cama, estudios señalan discrepancias en los beneficios y perjuicios que acarrea esta costumbre.

La salud del sueño es un factor crucial para la salud general y puede verse afectada, para bien o para mal, por la decisión de compartir la cama con la pareja, según explicó Michael Grandner, director del Programa de Investigación sobre Sueño y Salud de la Universidad de Arizona.

Compartir lecho puede aportar una sensación psicológica de seguridad que puede ser potenciada por la oxitocina, una hormona vinculada al amor que contribuye a un sueño más eficiente y a períodos más largos de sueño REM, restablecedor para el organismo.

Además, la oxitocina puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que se libera por la mañana para despertarnos pero que puede mantenernos en vela durante la noche.

Un estudio de 2022 publicado en la revista Sleep, realizado por Grandner y su equipo, encontró que las personas que comparten la cama con su pareja “la mayoría de las noches” reportaron menos insomnio severo, menos fatiga, menos apnea del sueño, más sueño y la capacidad de quedarse dormidos más rápidamente. Asimismo, dormir con la pareja también se asoció con menor depresión, ansiedad y estrés, y mayor apoyo social y satisfacción en la relación y en la vida en general.

Sin embargo, la compatibilidad de los hábitos de sueño de cada pareja es un factor determinante. “Existen muchos factores individuales que pueden contribuir a la compatibilidad del sueño de una pareja”, indicó a Newsweek Wendy Troxel, científica conductual sénior del think tank RAND Corporation y profesora en las Universidades de Pittsburgh y Utah. “Por ejemplo, si un integrante de la pareja tiene el sueño ligero y se despierta fácilmente, entonces puede enfrentar más desafíos al compartir la cama, pues hasta el más mínimo ruido o movimiento puede interrumpir su sueño”.

Los tres problemas más comunes que los pacientes reportan al psicólogo clínico y especialista en sueño Michael Breus son desacuerdos acerca de la temperatura, la televisión y los ronquidos. Breus afirmó que “hay cosas que se pueden controlar y otras que no”. Por ejemplo, en casos de sofocos por menopausia, es posible que sea necesario que ambos necesiten un ambiente más fresco o que una persona cambie de habitación. En cambio, si el problema son los ronquidos, es posible que quien los sufre necesite tratamiento.

La opción de dormir por separado

Diversos estudios y encuestas muestran que un número creciente de parejas que viven juntas optan por dormir separadas. En tanto, una investigación de 2019 realizada por la Fundación para la Salud del Sueño encontró que el 17% de más de 2.000 parejas australianas dormía en habitaciones distintas.

Por otra parte, los expertos reconocen que algunas personas pueden dudar en probar dormir por separado por miedo a perder la intimidad o la oportunidad de compartir un momento antes de dormir o al despertar.

Dorothy Chambers, experta en sueño en Sleep Junkie, indicó a The Independent que: “Si abandonar la antigua idea de que debes compartir una cama con tu pareja te ayuda a obtener un buen descanso nocturno, entonces animaría a la gente a explorar esta opción. Sin embargo, además de mejorar el sueño —que está asociado con la función cerebral, el bienestar emocional y un sistema inmunológico más fuerte, entre otros—, priorizar el sueño puede crear una mayor conexión entre las parejas, reducir las discusiones, proporcionar más tiempo para uno mismo y mejorar la comunicación”.

Por su parte, Hana Patel, especialista en sueño y salud mental, enfatiza que los momentos de intimidad pueden buscarse en otros momentos del día, como tomar una taza de té juntos antes de ir a dormir o pasar un tiempo juntos a primera hora de la mañana. Lo importante, aclara, es lograr un equilibrio entre tiempo de calidad juntos y un buen descanso por separado.

(FUENTE: infobae.com)


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