¿Qué es exactamente el amor a primera vista? ¿Qué nos hace caer enamorados? ¿Cuáles son las razones por las que nos fijamos en una persona y no en otra? ¿Existe esa especie de conexión instantánea o por contra enamorarse es un proceso lento, que va ocurriendo poco a poco?
Conocer cómo ocurre el amor a primera vista nos serviría para saber si funciona o no el conocido como speed dating, el sistema donde en unos minutos tienes la oportunidad de saber algo de otra persona... y si tienes suerte, de repente, conectar. Un juego, el de las citas rápidas, que ha aparecido en Los Simpsons, Sexo en Nueva York o en películas como Hitch: especialista en seducción. Pero realmente, ¿esto funciona? ¿Somos capaces de engañar a nuestro cerebro durante cuatro minutos y de repente hacer click con alguien? O por contra, ¿es un proceso más relacionado con el deseo sexual que con el enamoramiento?
Para comprobarlo, investigadores de la prestigiosa Universidad de Stanford en Estados Unidos llevaron a cabo un estudio en el que la sociología y las herramientas de la lingüística computacional dieran las claves sobre si realmente existe el amor a primera vista, y sobre todo, conocer cuáles son los puntos básicos para que de repente te fijes en alguien, más allá de la mera atracción física.
Los resultados que obtuvieron, publicados en la revista American Journal of Sociology, son sin duda curiosos. Investigaciones anteriores habían centrado sus trabajos en cuestiones como el status social, características físicas, motivaciones o experiencias. Sin embargo, hasta la fecha ningún estudio se había atrevido a centrarse en la comunicación interpersonal como clave en el amor a primera vista... o al menos en los primeros cuatro minutos.
Es cierto que ver cómo dos personas se comunican es interesante, ya que por la forma en la que hablamos (el tono o la velocidad de nuestra voz) o los gestos que hacemos, podemos transmitir unas sensaciones u otras a nuestro interlocutor o interlocutora. Para estudiar precisamente esto, el equipo liderado por Dan McFarland y Dan Jurafsky hicieron un análisis de más de 1.000 citas rápidas.
Tras ello, confirmaron que es cierto que las palabras importan mucho. El trabajo se realizó entre estudiantes y egresados heterosexuales de la propia Universidad, que participaban en un juego de speed dating, mientras sus conversaciones eran grabadas, y al finalizar la prueba con todas las posibles parejas, los participantes rellenaban una encuesta sobre quién les había atraído más, o con quién estarían dispuestos a tener una segunda cita.
Todos los datos, así como las conversaciones, fueron después incorporados y analizados en un software específico, para comprobar si existía algún patrón que indicara las claves del amor a primera vista, o de ese posible feeling inicial que podemos sentir con otra persona.
En la mayoría de los casos, las parejas hicieron click cuando la conversación giraba en torno a la vida de la mujer, ya que ellas se mostraban más abiertas y apreciaban que sus interlocutores las escucharan. En ambos sexos, existía una conexión evidente (lógica por otra parte), cuando se daba un lenguaje más fluido, y las dos personas mostraban en los diálogos tono comprensivo con sus parejas.
Las conclusiones del estudio también tienen bastante sentido, ya que las parejas que compartían anécdotas o historias similares tenían mayor probabilidad de atraerse mutuamente. En estos casos se daba hasta cierto entusiasmo por ambas partes, y la conversación continuaba de manera mucho más fluida, algo fundamental si queremos encajar con alguien... aunque solo tengamos cuatro minutos para hacerlo.
Tras esta investigación, los científicos de Stanford creen que podría ser posible analizar el amor a primera vista en el caso de relaciones homosexuales, y la evolución de las relaciones personales (por ejemplo, ver cómo cambian las personas desde el inicio del noviazgo hasta la decisión de contraer matrimonio). Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Existe el amor a primera vista?
(FUENTE: alt1040.com)
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