Cada año, más de 800,000 parejas estadounidenses se divorcian. Algunos, como el recién anunciado divorcio entre Angelina Jolie y Brad Pitt, atraen más atención que otros. Pero hay un dato real para todos los matrimonios: cerca de la mitad terminan en divorcio.
El número de divorcios en Estados Unidos se incrementó en las décadas de 1970 y 1980, conforme la generación de la posguerra, conocida como Baby Boomer en inglés, entró a la adultez. Más recientemente, la tasa anual de divorcios ha disminuido – eso es en gran parte porque menos gente se está casando, y si lo hacen, lo hacen a una mayor edad.
Asumiendo que los millennials seguirán más o menos el ejemplo de sus padres, alrededor de la mitad de los matrimonios en Estados Unidos continuarán terminando en divorcio, según un estimado reciente del profesor de sociología de la Universidad de Maryland, Philip Cohen.
Los sociólogos han pasado décadas intentando comprender por qué tantos matrimonios terminan. Una nueva investigación sugiere que los motivos de divorcio están cambiando, en tanto el rol de mujeres y hombres cambió tanto en el trabajo como en el hogar.
Múltiples estudios han encontrado que es la mujer quien inicia alrededor de dos tercios de los divorcios. “A veces tenemos la idea de que siempre es el hombre quien deja a la mujer, pero eso es solo en un tercio de los casos”, dijo la profesora de sociología de la Universidad de Nueva York, Paula England.
Pero, solo porque ella hace todo el papeleo no significa que, de alguna manera, ella “causó” el divorcio, dijo England. “La mujer puede estar dejándolo porque le fue infiel”, dijo. O quizá “él estaba desempleado y se volvió violento”. (El matrimonio entre personas del mismo sexo no era legal a nivel nacional hasta el año pasado, por lo que casi todos los estudios académicos se enfocan en parejas heterosexuales).
El estudio que duró 17 años consultó a más de 2,000 personas acerca de su matrimonio. Si las parejas se divorciaban -y, de 1980 a 1997, 274 parejas así lo hicieron- se les preguntó qué pensaban que había causado el divorcio. En un estudio en el 2003, los investigadores pusieron esas respuestas en 18 categorías.
La infidelidad fue la causa más común citada por las mujeres, mientras que los hombres con mayor frecuencia dijeron que la pareja era incompatible. Eso no es suficiente para los sociólogos que desean saber las razones más profundas del por qué los matrimonios han dejado de funcionar.
Algunos factores pueden hacer más probable el divorcio sin ser la causa directa de la ruptura. Por ejemplo, los roles de género pueden afectar la probabilidad de un divorcio para una pareja, a pesar de que actualmente el violar los roles tradicionales no sea tan peligroso para un matrimonio como solía serlo antes.
Mientras que las parejas que se casaron antes de 1975 eran más propensas a separarse si dividían el trabajo de casa de forma equitativa, un estudio publicado el mes pasado en American Sociological Review encontró que el trabajo del hogar no ha sido un factor muy importante para el divorcio en los matrimonios que comenzaron desde entonces.
Las expectativas sobre los hombres en el matrimonio han cambiado poco en las últimas cuatro décadas, según este estudio realizado por Alexandra Killewald, profesora de la Universidad de Harvard. Killewald encontró que todavía se espera que los hombres sean quienes provean; un tercio de las parejas eran más propensas a separarse si el marido no estaba trabajando.
Mientras tanto, las mujeres son más propensas a divorciarse si tienen un trabajo. Pero, de acuerdo con un estudio del 2011 del American Journal of Sociology, esto tiene menos que ver con los roles tradicionales de género y más con la independencia de las mujeres. Tener un empleo “incrementa la posibilidad de divorcio porque este es un medio para que las mujeres que se sienten muy insatisfechas con su matrimonio se sostengan por su cuenta”, reportó.
Los estadounidenses se están divorciando hoy con mayor frecuencia que hace 50 años, pero eso no es necesariamente porque sean menos felices. Quizá se deba a que ahora tienen más formas de escapar de matrimonios infelices.
(FUENTE: gestion.pe)
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