Luchan por ser iguales. Cada vez la mujer presiona más por la igualdad de género y por más oportunidades en la sociedad. Sin embargo, esta brega se hace interminable cuando la violencia contra ellas crece día a día afectando su integridad física, psicológica e incluso su desarrollo económico.
Según un estudio realizado por el programa Regional ComVomujer de la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ) y la Universidad San Martín de Porres (UNSM), más de 71 mil mujeres son despedidas de sus trabajos al año como resultado de la violencia de su pareja.
Arístides Vara, director del Instituto de Investigación de la USMP, explicó que esto se debe al ausentismo al centro de trabajo, donde la mujer empieza a faltar o llegar tarde.
“Se sabe que tres días de ausentismo continuo es motivo para causal de despido y para conseguir otro nuevo trabajo tarda hasta más de un año”, sostuvo el investigador.
Agregó que otra razón del despido es el presentismo, donde la trabajadora acude a su centro de labor, pero no trabaja en su real dimensión por presiones de la pareja.
“Está decaída por las agresiones, no da su mejor desempeño y disminuye su productividad en la empresa”, refirió el especialista.
Pérdidas costosas
Por su parte, Christine Brendel, directora del programa ComVoMujer, explicó que esta situación afecta también negativamente la productividad en la empresa, ya que hay un costo muy alto al momento de rotar al personal femenino.
Y en efecto, de acuerdo al estudio, la tasa de rotación de las trabajadoras víctimas de violencia es siete veces mayor de aquellas que no la reportan.
“Los costos directos e indirectos de rotación de personal son de más de 55 millones de dólares, que representan 377 mil días de trabajo perjudicado”, precisa el informe.
“Estas mujeres ya no pueden seguir laborando porque deben ir al médico, o al juez, incluso a centros psicológicos”, revela Brendel.
El informe también revela que la violencia contra la mujer ocasiona la pérdida de 3,7% del PBI, el cual equivale a US$ 6.7 billones debido a 70 millones de días de trabajo perdido.
También se conoce que por cada caso de violencia contra la mujer hay aproximadamente 10 casos más que son desconocidos. Ante estas cifras alarmantes, Brendel indicó que la violencia a la mujer en el Perú no ha registrado grandes cambios; sin embargo, dijo existe un aumento considerable en el número de instituciones de ayuda para las víctimas.
La lucha por la igualdad de género es de todos.
Estos casos se deben atender
Es necesario que las empresas tengan políticas para atender la violencia contra las mujeres, indicó Arístides Vara, director del Instituto de Investigación de la USMP.
“Cinco de cada diez empresas dicen saber cuándo sus trabajadoras sufren violencia. Sin embargo, sus trabajadores y trabajadoras las desmienten”, dijo. Agregó que sólo se ven consecuencias, es decir ya cuando el daño a la fuerza laboral y la productividad está hecho.
Anunció que en octubre próximo se tendrá un informe sobre las propuestas de ayuda en estos casos para aplicarlas en las empresas.
(FUENTE: larepublica.pe)
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