Puedes engañar a tu madre, a tu mejor amiga y hasta a ti mismo, pero no a Mark Zuckerberg. Facebook sabe (eso pretende) cuándo te has enamorado y de quién: lo han reconocido en su blog Facebook Science Data .
La red de redes, como seguramente sabrás, empezó como una travesura de un estudiante de Harvard que colgó en una web fotos de compañeros y compañeras de universidad (al principio, sin su permiso) para que los internautas pudieran juzgar lo atractivos que les parecían y qué relaciones, sobre todo sentimentales, había entre ellos.
Han pasado diez años, él se ha hecho millonario, ha comprado whatsapp con un gran desembolso por su parte y un susto aún mayor por la nuestra.
Pero la filosofía sigue siendo la misma: Facebook es un mapa de las relaciones humanas, así lo demuestran algunos de los últimos posts los informáticos, matemáticos e ingenieros que trabajan en la red social y, cada poco, comparten con “los mortales” los algoritmos que permiten, por ejemplo, saber cuándo dos usuarios se han enamorado.
En el post La formación del amor, Carlos Diuk, del equipo Facebook Science Data, pretende describir, incluso con gráficos, las habituales estrategias de los facebookeros enamorados. Y cómo es posible, desde las matemáticas, analizar las interacciones entre parejas antes y después del comienzo de la relación. Los datos son anónimos.
Para colmo de determinismos, el matemático argentino explica que, para los datos de este gráfico, se estudió el grupo de personas que cambiaron su estado de “Soltero” a “En una relación” y se les adjudicó una posible fecha de aniversario que correspondería al inicio de su relación. “Durante los 100 días antes del comienzo de la relación, se observa un aumento lento pero constante en el número de publicaciones compartidas en el timeline entre la futura pareja. Cuando se inicia la relación (“día 0″), los mensajes comienzan a disminuir, asegura.
Pero los números no cesan: “Observamos un pico de 1.67 mensajes por día cuando faltan doce días para que la relación comience; y un punto más bajo (de 1.53 mensajes por día) cuando llevan 85 días de relación”. ¿Por qué creen los genios que sucede esto? Suponen que esas personas abandonan el cortejo online y pasan al amor offline. Pasan tiempo juntos en la vida real y el contacto que les brindaban los mails, pulgares arriba y chats ya no son necesarios”.
Cabe preguntarse si Facebook no habrá comprado Whatsapp para seguir aspirando a ser el Gran Hermano del amor en el siglo XXI. Hasta que la app también nos delate, nos quedamos con las conclusiones de este matemático: antes de ser oficialmente pareja, nos intercambiamos mensajes y visitamos los perfiles compulsivamente dejando una huella en el corazón de los amantes. Y, cómo no, también en su timeline. En el gráfico de arriba, correspondiente a dicho post, se ve el número medio de publicaciones en el timeline dos personas que están a punto de convertirse en una pareja.
Cabría preguntarse si el final de esta interacción in crescendo corresponde realmente al clímax de una pareja feliz y no al de un “ahí te quedas”. Pero con el oráculo de Facebook, nada queda al azar.
Diuk añade que disminuyen sus interacciones, pero aumenta el contenido positivo y dulce de sus publicaciones. “Se utilizaron métodos estadísticos para analizar automáticamente un conjunto de interacciones anónimas en el timeline. Para cada interacción en la línea de tiempo, contamos la proporción de palabras que expresan emociones positivas (como “amor”, “feliz”, etc.) y restamos el porcentaje de palabras que expresan los negativos (como “odio”, “daño”, ” malo “, etc.)”. El gráfico anterior muestra la proporción de sentimientos positivos sobre los negativos antes y después del comienzo de una relación.
Nada tan terrible desde la elaboración de una fórmula para escribir un poema.
Para entenderlo, el matemático argentino explica: “Observamos un incremento en la positividad de los sentimientos tras el comienzo de la relación con un incremento muy dramático entre los días 0 y 1”. No es posible tener secretos para Facebook. Este estudio, joya del positivismo, se realizó respetando el anonimato de los usuarios, tomando una muestra de publicaciones en los timelines de parejas de todo el mundo, si bien para el segundo gráfico (el de las emociones positivas vs las negativas) se emplearon únicamente mensajes escritos en inglés. Atreverse a decir que el amor puede analizarse con frialdad de laboratorio es algo que estremecería al mismísimo Quino.
Es sabido que las interacciones humanas de todo tipo son mucho más complejas de lo que una estadística puede arrojar. Fallan las predicciones. Tanta matemática agota. ¿Cómo hacen con los enamoramientos no consumados, y disimulados y sordos y ciegos? ¿Qué sabe Facebook del amor?
(FUENTE: cubadebate.cu)
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