Un equipo de científicos ha descubierto que un gen que influye en la empatía, la sensibilidad y la sociabilidad es tan poderoso, que incluso personas que observan a extraños durante 20 segundos de vídeo, son capaces de identificar a aquellos con una variación genética particular que los hace más solidarios. La investigación ha sido publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
En el estudio participaron 23 parejas de enamorados; mientras un miembro de la pareja describía un momento de sufrimiento en sus vidas, se grababan las reacciones físicas, no verbales, del otro. Posteriormente, grupos de personas que no conocían a las parejas veían los videos y opinaban sobre lo amable, sensible y de confianza que les parecía la persona del video.
"Nuestros hallazgos sugieren que la variación genética, incluso leve, puede tener un impacto tangible sobre el comportamiento de la gente, y que estas diferencias de comportamiento son rápidamente captadas por los demás", afirma el doctor Aleksandr Kogan de la Universidad de Toronto, uno de los autores principales del estudio.
El estudio se basa en investigaciones previas llevadas a cabo por Sarina Rodrigues Saturn, una profesora de psicología de la Universidad Estatal de Oregon. En su estudio, Saturn vincula una variación genética que afecta al receptor de la oxitocina a la empatía y al estrés. Saturn es también una de las autoras principales del nuevo estudio.
Antes de que los videos fueran grabados, los científicos analizaron a las parejas e identificaron su genotipo como GG, AG, o AA. Los homocigotos individuales del alelo G del receptor de la oxitocina tienden a ser más "prosociales", definido por los investigadores como la capacidad de comportarse de una manera que beneficie a otra persona. Por el contrario, los portadores de la versión A del gen (los genotipos AA o AG) tienden a tener un mayor riesgo de autismo, así como bajos niveles de emociones positivas, empatía y sensibilidad.
La oxitocina ha sido sustancialmente relacionada con el sentimiento de pertenencia social y la reducción del estrés. Se trata de un péptido producido en el hipotálamo que tiene objetivos en todo el cuerpo y el cerebro; es más conocido por su papel en la reproducción femenina y se asocia con el reconocimiento social, el emparejamiento, la resistencia a las respuestas emocionales negativas, la confianza y el amor. De las 10 personas señaladas por el observador neutral como prosociales, seis portaban el genotipo GG asociado con el receptor de la oxitocina; por otro lado, de las 10 personas descritas como 'menos fiables', nueve eran portadoras de la versión A del gen.
Lo que se desconoce, sin embargo, es la forma exacta en la que el gen afecta a la biología subyacente a la conducta, lo cual sigue siendo un tema importante de investigación. Según Kogan, son muchos los factores que influyen en la bondad y la cooperación, "el gen del receptor de la oxitocina es uno de esos factores - pero hay muchas otras fuerzas en juego, tanto genéticas como no genéticas", concluye.
(8FUENTE: europapress.es)
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